Registro completo de la obra:
<< Volver al índice de títulos

La atribución a Calderón de Las tres justicias en una, que documentamos en la noticia de representación de 1644, se mantiene en tres ediciones del siglo XVII, en que la obra se atribuye también al madrileño, y asimismo en los catálogos clásicos[[ (Faj, 51v; GaH, 186; MC, 115; MeR, L; Art, 378r; BL, 53; Sal, 372)]]. En su edición crítica, Isaac Benabu considera la edición publicada con atribución a Calderón en la Parte 15 de las Escogidas (Melchor Sánchez, Madrid, 1661) como la edición princeps[[ (Benabu, 73-100)]]. Describe también una suelta del siglo XVII, publicada sin fecha ni lugar, basada en el texto de la Parte 15; dicha suelta es la misma que fue reunida con otras sueltas para formar la falsa Parte 9 del pseudo Vera Tassis[[ (Benabu, 98-99; véase también RR, III, 96, 641-642)]]. Vera Tassis mismo incluyó Las tres justicias en una en su “verdadera” Parte 9 (Francisco Sanz, Madrid, 1691), nombrándola también en su tabla de comedias “verdaderas”[[ (RR, I, 29)]]. Conviene anotar, sin embargo, algunas dudas que se ciernen sobre la autoría de Calderón y que se fundan en el hecho de que esta obra no se incluye en la lista de obras del madrileño que fueron presentadas a Carlos II por Francisco Marañón en 1679, ni tampoco en la que remitió el dramaturgo al duque de Veragua en 1680[[ (RR3, 28)]]. En el siglo XIX, Hartzenbusch planteó la posibilidad de que la obra se escribiera en colaboración con otros ingenios, alegando defectos poéticos no “dignos y propios de la pluma” del madrileño[[ (Comedias de don Pedro Calderón de la Barca, I, p. xviii)]]. Posteriormente, Hilborn fundamentó la misma hipótesis de una autoría en colaboración a partir de la detección de una versificación peculiar empleada en el tercer acto[[ (Hil, 40-41)]]. La clasificación más reciente de Urzáiz de la obra como una pieza de “dudosa autoría” se basa en una interpretación errónea del Manual calderoniano: concretamente, remite a la catalogación de la falsa Parte 9 comentada arriba[[ (UT, I, 195; RR, III, 96]]), pero pasa por alto la inclusión de la obra en la “verdadera” Parte 9 como auténtica[[ (RR, I, 29)]]. Es de notar, por otro lado, que la autoría de Calderón ha sido avalada por Cruickshank[[ (Don Pedro Calderón, Cambridge, Cambridge University Press, 2009, pp. 155-156)]], y asimismo, por Germán Vega[[ (“El Calderón que olvidó o repudió Calderón”, Conferencia Plenaria, IX Congreso de la Asociación Internacional “Siglo de Oro” [AISO], Poitiers, 12 julio 2011, de aparición próxima en las Actas)]]. Ambos especialistas remiten a un comentario de Bances Candamo que podría explicar por qué esta comedia no se adjudica a Calderón en las listas de Marañón y Veragua, pues según el tratadista, el dramaturgo madrileño quiso “recoger” la obra debido a unos reparos morales que suscitó en años posteriores. Bances aquí evoca la trama de Las tres justicias en una con el título de otra pieza calderoniana de argumento distinto, De un castigo tres venganzas; sin embargo, la descripción de la trama deja claro que habla de Las tres justicias en una[[ (Francisco Bances Candamo, Theatro de los theatros de los pasados y presentes siglos, ed. Duncan W. Moir, Londres, Támesis, 1970, p. 35)]]. A pesar de esta confusión de títulos, la nota nos parece de suma relevancia para futuras indagaciones sobre la autoría.