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Aunque en el documento mencionado en la noticia de representación consignada en el calendario la comedia A cada paso un peligro se atribuye a Fernando de Zárate, seudónimo de Antonio Enríquez Gómez[[ (VS2, 25)]], la autoría de dicha obra presenta problemas. En los catálogos clásicos, la obra aparece atribuida a Diego y José de Figueroa y Córdoba. Así lo indican Medel de Castillo[[ (MC, 147)]] y García de la Huerta[[ (GaH, 11)]]. Por su parte, La Barrera la atribuye a “dos ingenios”, que identifica con Diego y José de Figueroa[[ (BL, 161)]]. Afirmación que recoge Salvá, quien indica que desconoce si la edición impresa a la que alude La Barrera es distinta de la que se publicó a nombre de “un ingenio”, de la que damos cuenta más abajo[[ (Sal, 563)]]. Mesonero Romanos señala como dramaturgo que la compuso únicamente a Diego Figueroa[[ (MeR, XXIV)]], juicio que recoge también Cotarelo, quien, basándose en alusiones internas del propio texto, concluye que “esta comedia es obra de juventud de D. Diego”, y precisa que es probable que la compusiese en 1640 o 1641. Cotarelo considera que la atribución a los dos hermanos Figueroa quizá tuviese su razón de ser en la existencia de alguna suelta en la que figurara dicha atribución, que se ha perdido, aunque, como se ha indicado, el citado investigador se decanta por atribuirla tan sólo a Diego de Figueroa[[ (Cotarelo y Mori, “Dramáticos españoles”, pp. 154, n. 1, 169-170)]]. Sin embargo, según Shergold y Varey “la atribución a los Figueroa no se remonta al siglo XVII y no hay razón para negársela a Zárate”[[ (F, IX, 48)]]. En la Biblioteca Municipal de Madrid se conserva un manuscrito (Ms. 1-83-21) de la tercera jornada de la obra que, de acuerdo con Shergold y Varey, “puede ser el de la comedia original”, la cual se refundió y se imprimió suelta en el siglo XVIII[[ (F, IX, 48)]]. Conservamos una suelta publicada en Madrid (Antonio Sanz, 1754), en la que A cada paso un peligro se atribuye a “un ingenio de esta Corte”, y otra suelta publicada en Valencia (José y Tomás Orga, 1776), en la que se indicaba que era obra de “un ingenio”[[ (G. Vega García-Luengos et alii, Ediciones, v.1, p. 35)]]. El ejemplar conservado en la British Library de la suelta publicada en Valencia incluye una nota manuscrita en la primera página, según la cual la obra habría sido compuesta por los “Figueroas”[[ (F, IX, 48)]]. Para una localización exacta de los ejemplares impresos conservados, puede consultarse Reichenberger[[ (Rei1, 164-65)]] y, para mayor detalle sobre las refundiciones, véase Varey y Shergold[[ (F, IX, 48)]]. Aunque Varey y Shergold afirman que, “según Barrera, salía con el título alternativo de Santa Teodora”[[ (F, IX, 48)]] y así lo recoge Urzáiz[[ (UT, I, 299, 319)]], no hemos podido localizar el lugar en el que se realiza dicha afirmación. El estudio de la obra realizado por Cotarelo no evidencia relación de A cada paso un peligro con el personaje de Santa Teodora[[ (Cotarelo y Mori, “Dramáticos españoles”, pp. 169-171)]] y en los estudios sobre los dramas que abordan la figura de la santa no se alude a la obra que nos ocupa. Creemos que se trata de una confusión.